¿Por qué jugar?

¿Por que jugar?

Si hay algún principio relacionado con el desarrollo y el aprendizaje de la
infancia que nadie cuestiona es precisamente la importancia del juego.

Los juegos de mesa, en particular, contribuyen a:
Ø      desarrollar el pensamiento lógico,
Ø      interpretar la realidad de forma ordenada,
Ø      potenciar el aprendizaje espontáneo y la construcción de estrategias mentales que son transferibles a otras tareas.
Ø       crear una conciencia de disciplina mental y de experiencia compartida que puede ser muy útil para el desarrollo mental y para el progreso cognitivo.

Pero los juegos de estrategia e ingenio son importantes a todas las edades

Especialistas en pérdida de memoria y enfermedades mentales degenerativas recomiendan la lectura y los juegos de mesa, preferentemente los que necesiten estrategia, inteligencia, memoria e incluso picardía,  para ejercitar el cerebro, mantenerlo sano y prevenir males como Alzheimer, Parkinson y demencia senil

Los juegos de ingenio y estrategia potencian aspectos tales como la visión espacial, el estudio sistemático de posibilidades, la búsqueda de soluciones imaginativas, el razonamiento lógico, la esquematización de los problemas y mucho más.

Estos juegos pueden aliviar en cierto grado la presión en causada por el intenso trabajo y ayudar a crear una armónica relación entre la diversión y el pensamiento. Y, para las personas mayores, muchas veces representan un pasatiempo que las ayuda a sentirse mejor física y mentalmente, activando su mente y pasando un momento de ocio agradable.

¿Cuál es la importancia de los juegos de  estrategia en la pedagogía?
Los juegos de estrategia además de proporcionar creativos ambientes de encuentro y entretenimiento, también son valiosas herramientas educativas para potencializar el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales, fomentar la disciplina y el amor por el estudio.
En fin, a pesar de que las reglas para realizar los movimientos y el objetivo para alcanzar la victoria estén claros, otra cosa es determinar en cada situación que se presente en un juego particular cuál es la mejor jugada a realizar, o trazarse un plan o una estrategia ganadora; esto requiere mayor experiencia que la del contrario, es decir, más práctica, estudio y sistematización de las posibilidades en las diferentes situaciones particulares de dicha disciplina lúdica. Entre dos jugadores con igual experiencia, lo que prima es la mayor motivación competitiva o las habilidades cognitivas superiores: especialmente habilidades de concentración, visoespaciales y lógico matemáticas. Todo ello porque los juegos son pulsos mentales en los que cada bando busca inclinar la victoria a su favor por medio de la acumulación de potencial, producido por buenas jugadas o movimientos, hasta que por fin se rompa el equilibrio dinámico.
En un típico juego de estrategia se realizan alrededor de 50 movimientos por jugador, es decir, cada participante toma en promedio 50 decisiones, por lo que estas disciplinas lúdicas son un gran laboratorio para que las personas hagamos introspección sobre nuestro pensamiento, toma de decisiones,  y porqué cometemos determinados errores y cómo aprender de ellos.
Habilidades generales como la concentración y la atención son vitales para tener altos desempeños en cualquier campo. Los juegos de tablero atraen el interés de muchos niños quienes de forma paulatina van incrementando su capacidad de enfocarse en una tarea concreta durante periodos de tiempo cada vez mayores, por la mismas características de estas disciplinas lúdicas, que exigen de los participantes mantener el hilo de sus razonamientos, estar muy atentos a pequeños cambios en la posición que alteran sus planes y perseverar en la consecución de sus objetivos o transformarlos, de acuerdo a las circunstancias, para poder alcanzar la victoria y su superación.
Teniendo en cuenta lo anterior, ya no hay excusas y no importa la edad siempre es bueno tomarse unos minutos para jugar.